lunes, 7 de mayo de 2012

Malos tiempos para ser un superhéroe

Con la entrada del euro en circulación en el año 2002 no llovió a gusto de todos. Lo cierto es que para algunos, la causa de la crisis en la que estamos inmersa es la llegada del euro a nuestras vidas. Muchos analistas también coinciden en que el inicio de la crisis fue hace una década, sin embargo, por otro motivo: “Porque fue el momento en el que la gran potencia, EE UU, tomó las decisiones –políticas, económicas y militares- que han enmarcado el discurrir de las finanzas y de la economía mundiales”, publica Santiago Carcar en su reportaje para El País La crisis que alimenta la crisis. Carcar remarca también en su reportaje el estallido de las “hipotecas basura” en Estados Unidos en 2007 como “el inicio de cuatro años convulsos para la economía mundial”, que se han prolongado hasta la actualidad con la precaria situación que se está viviendo en Grecia. El inicio de una crisis, en mi opinión, no reside en el cambio de una moneda por otra, sino en la administración del dinero, y eso es algo que los de arriba no han sabido hacer bien. Si no, solo hay que mirar cómo países europeos, como es el caso de Alemania, siguen su curso mientras en España estamos con la soga al cuello.


Fuente: http://aprendeconomia.wordpress.com
El economista Arcadi Oliveres sitúa las raíces de la crisis es un problema financiero, manifestando que “la economía no ha de servir para ganar más dinero sino sencillamente para responder a las necesidades de la gente”. Para Oliveres la especulación mobiliaria e inmobiliaria que hemos tenido en España ha sido el origen de esta crisis (a nivel nacional hablando). ¿Estamos culpando entonces a la “burbuja inmobiliaria” de la crisis? Sí. El afán de los gobiernos por querer tener más y más finalmente terminó por dar cada vez menos. Y es que, como ya sabemos todos, la avaricia rompe el saco.

Las hipotecas “subprime” comenzaron a dispararse paulatinamente en Estados Unidos, y España no se quedó atrás: siguió a la gran potencia. Estas hipotecas parecían beneficiarias para ambas partes, ya que más personas podían acceder a una vivienda y a la vez generar más riqueza. Sin embargo poco a poco la gente se fue ahogando con sus propias hipotecas al verse incapaz de poder saldar sus deudas.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Por qué nos sentimos culpables de esto? Mientras que los bancos se endeudan sin control, los grandes dirigentes del mundo especulan con el dinero. Eso sí, con sus correspondientes paraísos fiscales sin pagar impuestos. La cuestión es que sus juegos traen consigo una grandísima deuda privada que ya no son capaces de sostener, y es la hora de pasar la patata caliente a otros. Con la ayuda de los bancos, esta deuda se ha vuelto pública y solo queda que los ciudadanos paguen los platos rotos con sus correspondientes impuestos, distribuidos al antojo de los dirigentes del país. Grecia, que ya estaba en el punto de mira por sus deudas y por despilfarro de gasto público, quedó aislado cuando apareció la crisis financiera global: el déficit subió y los inversores exigían tasas más altas para prestar dinero a este país.

Y ahora… ¿Qué?

Ahora los 16 estados miembro de la Unión Europea que utilizan el euro como moneda única tienen que adoptar medidas drásticas para intentar enderezar la situación.
El Banco Central Europeo ha establecido una serie de medidas destinadas a mejorar la liquidez, como la realización de operaciones de mercado abierto comprando títulos de deuda pública y privada, intentando evitar un aumento en la inflación. En España, las entidades bancarias se han visto obligadas a disminuir el crédito de familias y pequeños empresarios. El Gobierno tiene previsto subir el IVA, (cosa que prometió no hacer), y no encuentra otra solución más que coger la tijera y hacer recortes en los pilares más importantes para la sociedad: educación y sanidad. Los despidos ahora son más baratos, la tasa de paro se ha disparado y el juvenil ha aumentado de manera importante.

Pero, ¿realmente vamos por el camino correcto para evitar la recesión económica que estamos viviendo? Quizás el camino a la salida de la crisis no sean los recortes sino la recaudación, pero no de los verdaderos sufridores de la crisis a través de subidas de impuestos, sino acabando con el fraude que ensucia a España. Lo que es indignante e inaceptable es que los ciudadanos tengamos que pagar y aguantar el lastre que unos pocos le han causado al país. ¿En qué mundo vivimos? ¿A esto lo llaman democracia? ¿Una sociedad en la que el pueblo es lo primero, pero los dirigentes se encargan de robarle? La crisis no ha aparecido de la nada, han sido muchos años hasta llegar a la situación tan triste que tenemos y por supuesto, todavía tardará más en solucionarse. Eso sí, los que nos han metido en esto, estarán disfrutando de los lujos que les hemos regalado. Y luego los malos y revolucionarios son los que salen a las calles a manifestarse, pero, ¿quiénes les han provocado? A ver quién es el superhéroe que viene ahora a solucionar el problema. España, señoras y señores, tiembla de miedo.

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