jueves, 21 de abril de 2011

Hellín vibra al compás de miles de tambores



Las calles de Hellín se llenan esta Semana Santa de miles de tamborileros  procedentes de todas partes para dar ritmo y color a esta fiesta declarada de interés turístico internacional y Bien de Interés Cultural.

Cartel de la tamborada 2011
La tamborada de Hellín, a la que asiste cada año aproximadamente 20.000 personas de todas partes de España e incluso del Mundo, es una de las más populares. Tanto chicos como chicas, niños o adultos, inundan las calles con un atuendo característico: una túnica negra y un pañuelo rojo anudado al cuello, donde por supuesto no puede faltar el tambor. Además, las peñas suelen llevar una “cruceta” en la que está escrito el nombre de la misma, llevada a modo de guía. No hay ningún punto de partida, ni un determinado recorrido oficial, pero sí se toma la calle “El Rabal” y sus adyacentes como principales focos de concentración.
El inicio de esta tradición se remonta, según dicen, a la batalla de Sagrajas, en el año 1086, cuando las tropas almorávides hicieron huir al ejército cristiano (en el que participaban también habitantes hellineros), al escuchar el estruendo de los tambores (hasta entonces desconocidos por la Cristiandad). Los árabes hacían sonar los tambores para confundir a sus enemigos y hacerles creer que el número de sus guerreros era muchísimo mayor. Durante siglos posteriores, los árabes, que convivían en nuestra población con judíos y cristianos, hacían sonar los tambores y otros instrumentos de percusión a modo de mofa, precisamente en Semana Santa, cuando los cristianos celebraban su principal conmemoración anual.

Tamborileros concentrados en la calle "Rabal".

Viernes de Dolores, calientan motores.


El Viernes de Dolores es noche de tambores para comenzar la Semana Santa, siendo el barrio del Calvario el centro de atención de la ciudad tamborilera. A partir de las 10 de la noche los tambores resuenan con fuerza, llenando de sonido la noche de “temblar el parche y los bordones” como la llaman los hellineros. Además esa misma tarde, se celebra en el anfiteatro del Parque una exhibición de tres tamborileros seleccionados por la junta directiva, y organizada por la Asociación de Penas de Tamborileros. También se celebra el Vía Crucis, un acto que organiza la Asociación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa donde la tradición es recorrer con antorchas el camino de las columnas con salida desde la Iglesia de los Padres Franciscanos a las 20:45 hasta llegar a la ermita del Calvario. En cada columna que recorre el camino se hace un rezo de penitencia para recordar la pasión y muerte de Jesucristo, acompañado por la imagen de la Dolorosa llevada por sus costaleros. A las 10 de la noche se hace el regreso a la Iglesia siguiendo un recorrido de las principales calles: Calle Nueva, Canalón, Ambo, Bernales, Cuesta de los Caños, Rabal, y Plaza de la Iglesia. Ahora Hellín está preparada para comenzar a tocar el tambor y vivir días entrañables de mucha emoción y entrega, días muy especiales que los hellineros llevan preparando todo un año y donde los que ya no viven allí, regresan para vivirlos.

Miércoles Santo, comienza la fiesta.

Cristo de Medinaceli entre tamborileros
Ayer, Miércoles Santo, empezó lo fuerte: 5 días de tamboradas y procesiones casi sin descanso. Desde las 3 de la tarde y hasta que el cuerpo aguantó, miles de niños y adultos se concentraron en las calles de Hellín dando sonido a la ciudad. El tiempo dio tregua y acompañó con sol y buenas temperaturas la tarde y la procesión, que se inició en el transcurso de la primera tamborada en la que el Cristo de Medinaceli pasó entre los más de 15.000 tamborileros que se encontraban allí en ese momento fundiéndose el sonido del tambor con los compases de las bandas que acompañaron el desfile. Uno de los momentos más esperados fue la salida del grupo escultórico de la Oración del Huerto, conocido como el “Paso Gordo”, que desciende por la escalinata de la puerta principal de la Parroquia a hombros de sus costaleros. A las 00:00 concluyó la tamborada con la recogida de la Procesión.

Jueves Santo.

Hoy, Jueves Santo, todos esperan impacientes la llegada de la noche. A las 19:00, si el tiempo lo permite, comenzará la procesión del silencio, silencio que se romperá a las 00:00 con el sonido de los miles de tambores en la tamborada más tradicional de las que se celebran. Será una noche larga e intensa, en la que el ruido no termina hasta la tarde del día siguiente, con la recogida de la Procesión del Calvario. Los que más aguante y devoción tengan, aguantarán hasta entonces.

Viernes santo.

El Viernes Santo se presenta con un río de tamborileros y peñas que realizan la subida al Calvario al amanecer para recibir en la ermita a la procesión (procedentes de la tamborada de la noche del Jueves Santo). Tras almorzar, y con la llegada de la Dolorosa, se realiza la bajada, en la que la muchedumbre de gente se dirige al recorrido de la procesión redoblando hasta el Rabal y la plaza de la Iglesia. Desde entonces Hellín se sume en silencio: Jesús ha muerto. A las 22:00, se celebra la procesión del Santo Entierro.

Sábado de Gloria.

El Sábado de Gloria la mujer hellinera es la principal protagonista de la tamborada de la noche, aunque en los últimos años el número de mujeres es equiparable al de hombres en todas las tamboradas. Comienza a las 00:00 h del sábado hasta la recogida de la Procesión del Encuentro en la tarde del domingo. El origen de ésta tamborada se remonta a la década de los años 20 debido a una gran tromba de agua caída la noche de Jueves Santo, por lo que el entonces alcalde accedió a que se tocase el tambor la noche del sábado.

Domingo de Resurrección.

Al igual que sucede en la mañana del Viernes Santo, el Domingo de Resurrección miles de tamborileros y peñas bajan desde el Calvario hasta el recinto ferial para participar en celebración del Encuentro entre las imágenes de “Nuestra Señora de los Dolores” y “Jesús Resucitado”. Entonces tiene lugar uno de los momentos más espectaculares de la Semana Santa hellinera: Se produce un estremecedor silencio en el momento del acercamiento de las dos imágenes, y en el momento de su unión, se rompe este silencio con una explosión de redobles y la suelta de palomas. A continuación tiene lugar la Subida del Encuentro, en la que los tamborileros y peñas redoblan hasta la plaza de la Iglesia para concluir la Semana Santa.

De izquierda a derecha: Isidro Maqueda, 
Benito González y Antonio Organero.


El miércoles recorrimos las principales calles entre tambores y tamborileros, y recogimos las impresiones de algunos participantes: En la imagen de la derecha, Isidro Maqueda, Benito González, y Antonio Organero, tres chicos de entre 22 y 24 años procedentes de La Villa de Don Fadrique (Toledo): “Es impresionante ver cómo la gente de aquí se involucra y vive con tanto entusiasmo su fiesta. Tiene un gran mérito ver como hasta niños de 5 y 6 años tocan el tambor tan bien. Además hay muy buen rollo, gente con muchas ganas de pasárselo bien y muchos días para ello, así que el año que viene repetiremos".



Adrián Jiménez.
En la imagen de la izquierda, Adrián Jiménez, un hellinero ya veterano en las tamboradas: “Espero todos los años estas fechas en las que consigo emocionarme tanto yo como todos los hellineros, porque es una cosa que llevamos en la sangre y una cita a la que no podemos faltar ningún año.”

Lo que está claro es que esta fiesta engancha, y que todo el que viene, repite.









                    Fotografías: Cristina Barba Martínez.

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